El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong fue el primer hombre en pisar la luna.
Sus primeras palabras: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad“, fueron televisados y escuchados por millones. Pero justo antes de volver de regreso al módulo lunar, hizo el enigmático comentario “…buena suerte, señor Gorsky“.
Muchos en la NASA pensaron que el comentario se refería a alguna rivalidad con un cosmonauta soviético no conocido. Sin embargo, al buscarlo, no encontraron ningún Gorsky en los programas espaciales rusos o americanos.
A lo largo de los años, muchos le preguntaron a Armstrong el significado de ‘…buena suerte, Sr. Gorsky‘, pero Armstrong siempre sonreía.
El 5 de julio de 1995, mientras respondía preguntas después de una conferencia, un reportero le hizo la misma pregunta que por 26 años no había querido contestar. Como para entonces el señor Gorsky ya había muerto, Armstrong sintió que era hora de responder:
En 1938, cuando era niño, Armstrong jugaba béisbol con un amigo en el patio trasero de su casa. Su amigo golpeó la pelota tan fuerte, que aterrizó en el patio de su vecino; muy cerca de la ventana.
Sus vecinos eran el señor y la señora Gorsky. Mientras se inclinaba para recoger la pelota, el pequeño Armstrong escuchó a la señora Gorsky gritandole a su marido: -¿Una mamada? -¿Quieres una mamada? -¡Te daré una mamada cuando el niño del vecino pise la luna!
Esta es una historia real.
Que increíble guardarse una broma así por tantos años.