Widor: Opacado por el éxito

Sabes quién es Charles-Marie Widor? Pocos lo saben. Widor fue un brillante músico, maestro y compositor francés nacido en 1844.

Como maestro del Conservatorio de París, definió y desarrolló las técnicas modernas que se utilizan hoy en día para tocar el órgano.

Sus virtudes interpretativas le permitieron mantener por 64 años (1870 a 1937), el importantísimo puesto de organista titular de la iglesia del Saint-Suplice en París.

También fue el responsable de inaugurar los más importantes órganos de Francia como el de Saint-Germain-des-Près, el del Trocadéro, el de Saint-Ouen de Rouen y el de Notre-Dame de Paris.

Fue un compositor prolijo que compuso más de 100 obras:

16 obras orquestales
15 obras para órgano solo
25 piezas de música de cámara
26 composiciones para piano
28 obras corales y oratorios
6 obras de escenario y operas

Sin embargo, a pesar del amplio reconocimiento mundial que tenía en su tiempo, todas sus obras cayeron en el olvido opacadas por el éxito de UNA sola de ellas: El quinto movimiento “Toccatta” de la Sinfonía #5 para Órgano.

Después de su estreno en 1879, se volvió rápidamente en la obra de referencia para lucir el órgano de cualquier catedral.

La Tocatta se ha utilizado en las ceremonias religiosas de tres bodas de la realeza de Dinamarca, cinco de Gran Bretaña y una de Noruega.

Esta obra es el sueño de cualquier organista. Complicadísima de tocar!

La mano derecha tiene que hacer rapidísimos arpegios usando los cinco dedos durante poco más de seis minutos, mientras que la mano izquierda debe concentrarse en tocar acordes a un ritmo más lento en staccato y los pies tocando los pedales en todo el rango. Para interpretarla, el cerebro debe pensar en cuatro ritmos diferentes para cada extremidad.

Esto produce un efecto de música en oleadas que van llenando todo el volumen de una catedral.

Existe una rara grabación de la obra interpretada por el mismo Widor en 1934. Hay que tomar en cuenta que ya contaba con 88 años cuando se grabó, por lo que le fue muy difícil tocarla a la velocidad y el brío como se interpreta hoy en día.

Una anécdota cuenta que cuando estaba grabando, se le oyó decir que se sentía “…más cerca de la muerte que del banco del órgano”.

La que sigue es una interpretación de Sebastian Küchler-Blessing que permite ver la velocidad y la destreza que se necesita en manos y pies. Disfrutala: